Historias de San Luis | Tilisarao: las placas de la Plaza San Martín

En San Luis sufrimos un complejo proceso con el mantenimiento de archivos, muchos de los cuales han sido eliminados de los lugares donde estaban o deberían estar. El Archivo Histórico de San Luis sufrió numerosos problemas edilicios y también administrativos, que han afectado su valioso patrimonio. Hay documentos que ya no existen y otros que existen, pero no están en el Archivo Histórico, que es su lugar natural de conservación.

También ha sucedido lo mismo con archivos periodísticos que son casi inaccesibles.

Hay una intencionalidad de borrar de la memoria colectiva muchos sucesos y construir una historia a la medida de determinados intereses.

Lo que cuento ahora parece estar relacionado con esa manera de pensar.

Amigos y amigas de Tilisarao, relataron que el intendente Fernández realizó obras que modificaron la plaza principal, quedando como testigo de la obra una placa conmemorativa o recordatoria destacando su nombre. También hay otras dos placas en el lugar, ambas de la gestión del ex intendente Hugo Olguín. Una del 2009 de “homenaje a los fundadores y pioneros de Tilisarao” y la otra del 2014, en la conmemoración de los 125 años de la fundación, que dice: Dejamos este mensaje para ser descubierto por las generaciones venideras”.  Pero lo llamativo es que desaparecieron todas las otras placas, inclusive las del año 1989, donde el pueblo de Tilisarao y numerosas instituciones del lugar y la región dejaron sus testimonios recordando nada más y nada menos que el Centenario de la Fundación. No quedó ninguna.

Por supuesto que se han hecho reclamos a la Municipalidad, al Concejo Deliberante, se ha planteado el tema por algunos medios de comunicación, y si bien las autoridades reconocieron la situación y se golpearon el pecho, las placas siguen sin aparecer.

Una autoridad municipal sugirió: “Las vamos a buscar, pero si no las encontramos, ponemos copias”. No es lo mismo. Es una contestación errónea. El valor afectivo es distinto.

Citando textualmente a un amigo, este me decía: “Se trata de testimonios de otras generaciones que han considerado importante expresarse dejando una placa, y un elemental respeto a esos antecesores nos obliga a preservar esas expresiones. No hacerlo es un agravio a esos antepasados al eliminar sin motivos sus legítimos testimonios”.

Y añadió sabiamente: “Parece que quisieran demostrar o hacer creer que la historia comenzó hace poco tiempo con ellos, y Tilisarao era la nada misma antes que llegaran”.

Ese último pensamiento me remite al encabezamiento de esta columna, donde aparece inexorablemente la sospecha de borrar la memoria colectiva del pueblo de San Luis e intentar que exista únicamente la historia que conviene.

Varias veces he citado la frase de una canción de Litto Nebbia: “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia, quien quiera oír que oiga”. (Película “Evita, Quien Quiera Oir que Oiga”, año 1984 dirigida por Eduardo Mignona, Flavia Palmiero en el papel de Evita y música de Litto Nebbia).

La cita a las conversaciones con amigas y amigos de Tilisarao se remonta a unas semanas atrás, cuando estuve de visita en esa hermosa ciudad.

¿Se habrá retomado el respeto a la historia de Tilisarao en este tiempo que ha pasado?

¿Se habrán recuperado los testimonios escritos en placas de generaciones que le dieron vida al lugar? Ojalá así sea.